As for his critics, he said, “If they are worried because I am too spread, let them tell me, and I will leave.”
La noticia de la crítica del día de ayer al gestionamiento de Plácido Domingo todavía da de que hablar el día de hoy. Admiro lo que ha hecho tanto para la WNO y la Los Angeles Opera, no obstante, yo soy de los que opino que la agenda tan apretada de Plácido Domingo quizás no le está permitiendo concentrarse de lleno en una actividad tan demandante como ser el director general de una casa de ópera. En un artículo para The New York Times, es defendido del actual ataque a sus capacidades como gerente. En ella Domingo afirma, de manera un poco defensiva, que puede gestionar las dos casas de ópera y que el actual descontento es por la crisis económica actual. Quizás la frase más fuerte es aquella en la que afirma: "Si ellos [sus críticos] están preocupados que estoy haciendo demasiados cosas, que me digan y me iré."
Creo que la principal causa de consternación es el préstamo de 14 millones de dolares de la LA Opera por su Ciclo del Anillo. Un préstamo de semejante cantidad de parte del condado para poder pagar el ciclo hace a uno pensar si quizás no hubiese sido una buena idea cancelarlo o cambiar el ciclo por alguna otra cosa. Para LA Weekly, Joseph Mailander trata el tema de como el gran impulso de la LA Opera hacia la fama internacional también podría llevarla hacia el colapso financiero por lo ambicioso que es su dirección actual.
Por las opiniones tanto de lectores como de blogers, uno puede darse cuenta que el mundo de la ópera es muy apasionado y sus ideas suelen ser extremas. Yo creo que el tema se está tomando como un ataque personal a Domingo cuando en realidad no lo es. El tema a tratar es si realmente es posible que un director general de una casa de ópera puede hacer un buen trabajo si está haciendo diversas cosas a la vez, sobre todo cuando no se ha retirado del espectáculo. En el caso de Domingo, es tanto interprete (Simon Boccanegra) como conductor (Stiffelio). No es desconocido que los cantantes de ópera asuman roles gerenciales, pero regularmente lo hacen cuando su voz ya no es lo que era antes. En este caso, la voz de Domingo tiene todavía por dar y la preocupación de los aficionados, sobre todo los de Los Ángeles y Washington es si la agenda tan ocupada de Domingo no les afectará.
Fotografía © Sheila Rock
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