Sinopsis: Simon Boccanegra

Información General: Libretto de Franceso Maria Piave, revisado por Arrigo Boito. Música de Giuseppe Verdi. Edición revisada de La Scala, Mílan del 24 de marzo de 1881. Espacio-tiempo: La república de Génova, a mediados del siglo XIV.

Prólogo
Plaza delante del Palacio de Jacopo Fiesco
Paolo Albiani, un orfebre; y Pietro, líder del partido popular; unen sus influencias para lograr que el pueblo elija como nuevo doge al corsario Simon Boccanegra para debilitar el partido de los patricios. Boccanegra se sorprende por la nominación, pero la acepta, deseoso que con su nueva posición se le permita ver a su amada María, que esta encerrada en el palacio de su padre. Jacopo Fiesco, patricio y padre de María, pertenece a la aristocracia y no quiere dar su consentimiento a un matrimonio con un plebeyo como Boccanegra. Debido a la soledad y al encierro, María muere. Fiesco se da cuenta que él es el responsable por la muerte de su hija. Boccanegra visita a Fiesco para rogarle que le permita estar con María y pidiendo su perdón por haber engendrado una hija con ella. Fiesco está dispuesto a reconciliarse con Boccanegra, si éste le entrega a la hija de ambos para criarla. Boccanegra no puede cumplir con esto e informa a Fiesco que la niña desapareció de forma misteriosa hace tiempo. Al irrumpir en el interior del palacio de Fiesco, descubre muerta a María, mientras que en el exterior el pueblo aclama a Boccanegra como el nuevo doge.

Acto Primero
25 años después. Jardín del Palacio Grimaldi
Boccanegra ha exiliado a la mayoría de sus enemigos políticos y confiscado sus bienes. Fiesco, uno de los exiliados, habita en el palacio de los Grimaldi bajo el nombre de "Andrea" y es tutor de Amelia Grimaldi. La hija verdadera del Conde Grimaldi murió de pequeña y el mismo día de su muerte se adopto a una niña huérfana encontrada cerca de un convento. Se le hizo pasar por la verdadera Amelia para permitir que los Grimaldi tuviesen un heredero y evitar la confiscación de sus bienes. Amelia es en realidad María Boccanegra, hija de Simon Boccanegra y María Fiesco, pero su verdadera identidad es desconocida por todos, inclusive su abuelo. Gabriele Adorno, joven miembro de una de las familias enemistadas con Boccanegra está enamorado de ella y conspira con Andrea para crear un revuelta contra el doge. Amelia y Gabriele se reunen en el jardín, en donde el joven descubre que Boccanegra tiene planeado casar a Amelia con su canciller Paolo. María también le advierte de los peligros de usar la violencia. Andrea le advierte a Adorno que Amelia no es una Grimaldi, sino una plebeya de origen desconocido. A pesar de su origen, Adorno aún quiere casarse con ella. Se anuncia la llegada de Boccanegra que anuncia que ha perdonado a sus hermanos adoptivos. María agradece su generosidad y admite que ama a Gabriele y se niega al casamiento con Paolo, dando como razón su origen desconocido. Mientras que María va relatando su historia, el doge saca un relicario con la imagen de María (madre) y María saca uno idéntico. En ese momento Boccanegra se da cuenta que Amelia es su hija perdida María. Ambos deciden guardar el secreto y Boccanegra le niega el casamiento a Paolo, que enfurecido ante la negativa alberga odio hacía Boccanegra y decide raptar a Amelia.

Sala del consejo del doge
Boccanegra intenta convencer al consejo que no declare la guerra a Venecia, pero sus suplicas quedan desatendidas. Se oyen gritos desde la calle y Gabriele Adorno es perseguido por la multitud luego de haber dado muerte a uno de los hombre que buscaba secuestrar a Amelia. Las tensiones entre los plebeyos y los patricios aumentan. Adorno culpa al doge por el intento del secuestro y le lanza un puñal. Amelia interviene y ruega por la vida de Gabriele. Boccanegra empieza a sospechar que el autor intelectual del secuestro es Paolo y exige que plebeyos y patricios hagan la paz. Boccanegra maldice y exilia al anónimo hombre que
tramo el rapto y obliga a su canciller a repetir la maldición, logrando que Paolo se maldiga a si mismo.

Acto Segundo
En el salón del palacio del doge
Paolo, recordando la maldición, busca la caída de Boccanegra y vierte veneno en su copa. Pietro libera a Gabriele y Andrea. Paolo intenta manipular a ambos, queriendo que Andrea asesine a Boccanegra con un puñal e insinuando a Adorno que Amelia y Boccanegra son amantes. Andrea se niega al asesinato. Gabriele, delirando de los celos está dispuesto a matar a Boccanegra cuando tiene que esconderse al oir unos pasos. Es Amelia quien ruega que se le perdone la vida a Gabriele. Boccanegra accede si Gabriele deja a los rebeldes. Amelia se retira y Boccanegra bebe de la copa envenenada y se duerme. Gabriele, que no ha oído nada acerca de la conversación se prepara para asesinar a Boccanegra cuando Amelia regresa y lo detiene. Boccanegra despierta e informa a Gabriele que él es el padre de Amelia. Gabriele se arrepiente y es perdonado. Afuera se escucha una muchedumbre conformada por rebeldes y Gabriele jura que los apaciguará o morirá en defensa del doge. Boccanegra le ofrece la mano de Amelia como recompensa.

Acto Tercero
El interior del palacio del doge
Los partidiarios del doge han derrotado a los rebeldes y Boccanegra muestra su generosidad al liberar a Fiesco. En el camino, Fiesco se encuentra con Paolo, a quien admite haber envenenado al doge. El veneno ya está causando sus estragos y moribundo, Boccanegra reconoce a Andrea como Fiesco y le revela a su rival que Amelia es María, su nieta. Fiesco siente remordimientos y le informa a Boccanegra acerca del veneno. Adorno y Amelia, ya casados, regresan para encontrar al abuelo y al padre reconciliados. Boccanegra nombra a Gabriele como sus sucesor y muere. Fiesco le informa al pueblo la muerte del doge.

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